Tomar las riendas de nuestra salud

Cuando con 36 años tuve un cáncer de mama, mi vida dio un vuelco. Años atrás había trabajado como Project Manager y consultora en varios países y empresas multinacionales. Siempre en aviones, con grandes proyectos y objetivos, hasta que tomé la decisión de frenar y cambiar de vida. Lo estaba haciendo… Ya había comenzado a transformarme, cuando recibí el diagnóstico. Mi cáncer, por tanto, no tocaba. O al menos eso creía yo. Ahora comprendo que me equivocaba. Era momento de pararme un poco más a escucharme a mí misma y a seguir aprendiendo.

Llega el momento de tomar las riendas de nuestra salud

Si algo vi claro desde mis primeras charlas con amigos y visitas con los médicos, es que mucha gente opina y da consejos. Pero al final, nadie puede decidir en nuestro lugar. Sea cual sea la situación que atravesemos, a nosotros nos corresponde tomar las riendas y elegir lo que queremos con responsabilidad, ya sea en nuestra enfermedad, o en nuestra vida.

Algo que resulta tan fácil de escribir, es a menudo muy difícil de aplicar. Tomar las riendas implica ser capaz de situarnos al mismo nivel que nuestros médicos para hablar de igual a igual, defendiendo nuestros deseos. Tomar las riendas trae consigo además la necesidad de ser responsables y consecuentes con uno mismo y con nuestra vida.

Ser responsables es un compromiso hacia nosotros mismos, hacia nuestra salud y hacia nuestros sueños. Podemos conseguir muchas cosas en la vida, prácticamente todo lo que nos propongamos, siempre que estemos dispuestas a trabajar, luchar y defender ese anhelo con todas nuestras fuerzas.

La necesidad de ser consecuente y tomar decisiones

Ser consecuentes requiere un trabajo de autoconocimiento y aceptación. Porque, por ejemplo, en el caso de la maternidad tras un cáncer de mama, una mujer elegirá conscientemente interrumpir la medicación y buscar un bebé, mientras que otra preferirá adherirse al protocolo estricto y buscar el embarazo después de finalizar los cinco años de tratamiento hormonal. Para la primera mujer primará su deseo de no esperar más; para la segunda será prioritario seguir el camino pautado. Ambas opciones son válidas, siempre y cuando la decisión final nazca de dentro, de nosotras mismas.

Plantearse ser madre

Lo que resulta evidente, aunque aún suene a desconocido, es que una mujer joven frente a un diagnóstico de cáncer de mama tendrá que hacer frente con carácter de urgencia al tema de la maternidad. La quimioterapia limita enormemente nuestra capacidad reproductiva. Por eso si una mujer desea ser madre tras su cáncer, tendrá que plantearse congelar óvulos, embriones o tejido ovárico antes de comenzar su tratamiento. Si estas opciones no son posibles – bien por el tipo de tumor, de tratamiento o por elección personal -, la mujer se verá obligada a aplazar el tema de la maternidad hasta que se haya recuperado. En estos casos, muy probablemente ya no le quedarán óvulos de buena calidad. Tendrá que recurrir entonces a una donación de ovocitos o de embriones. Con las dificultades emocionales y coste económico que eso conlleva.Tomar las riendas de nuestra salud

Para ayudar a las futuras mamás a lograr su sueño de ser madres tras un cáncer de mama, en 2015 se creó Baby Beatles, una asociación que las asesora. Las acompaña durante su proceso y costea el tratamiento idóneo en cada caso cuando las candidatas no cuentan con recursos.  Su comité médico está compuesto por los mejores médicos de este sector a nivel mundial. Hasta ahora, la asociación ha revisado más de 45 casos. Uno de ellos sigue avanzando en la búsqueda de un bebé.

El cáncer de mama afecta a una de cada ocho mujeres. Cada vez son más jóvenes. Por eso la problemática que aborda Baby Beatles es cada vez más importante. En cualquier momento una de nosotras o alguien de nuestro entorno, podrá necesitar su ayuda.

Escrito por Teresa Ferreiro, coach profesional, especializada en salud. Forma a profesionales sanitarios y pacientes, dotándoles de las herramientas necesarias para tomar las riendas de su vida y establecer una relación empoderada. https://teresaferreiro.com

 

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