Salud de Mujer Magazine

Sobrevivir al invierno con buenos hábitos y los mejores trucos de alimentación

Después de días de resfriados, gripes, tos y un etcétera de indisposiciones propias de esta estación del año, el invierno se nos puede hacer eterno si no adoptamos hábitos saludables para prevenir enfermedades y resfriados. Patricia Cuenca, Directora Técnica del centro Oxigen, titulada en Dietética y Nutrición, revela las claves para sobrevivir al invierno

Sobrevivir al invierno Alimentos que cuidan tus pulmones

Toma alimentos y plantas que refuercen y faciliten su buen funcionamiento. Coliflor, cebolla, puerro, ajo, patatas, nabos, semillas de sésamo, lino, pipas de calabaza y girasol, o infusiones de pino y eucalipto, son grandes aliados del pulmón.

Evita los alimentos anti-defensas

Aléjate de bebidas frías, azúcares, grasas saturadas y harinas refinadas y derivados porque reducen la efectividad del sistema inmunitario.

Caldos y Sopas y mejor arma

En invierno hay que proteger el cuerpo del frío y para eso lo mejor es tomar bebidas calientes. Caldos y sopas son grandes aliados, además de saludables, pues son ricos en minerales y vitaminas del grupo B, y muy hidratantes. Si las sopas se hacen con verduras de temporada (apio, puerro, col), cereales integrales como arroz y copos de avena, algas (kombu, wakame, etc.), raíces (nabo, chirivía, zanahoria) y setas, sin añadir grasa animal, tenemos un primer plato fantástico pro-defensas.

Especias muy valiosas

¿Quieres saber cómo mejorar el poder defensor de cualquier alimento? Enriquecerlo con especies antioxidantes (cúrcuma y canela) que protegerán la salud y el sistema inmunológico.

Minerales y vitaminas que no te pueden faltar

Practica la Higiene invernal

  1. Huye de los lugares muy cerrados y con exceso de calefacción.
  2. Airea siempre la casa, al menos durante una hora, sobre todo el dormitorio, aunque haga mucho frío.
  3. Respira aire puro y pasea por lugares verdes como parques, jardines y bosques.
    4. Practica ejercicio de forma regular.
  4. Duerme las horas necesarias.
  5. Lávate las fosas nasales con agua de mar cada día.
  6. Coloca en las estancias de tu casa, y también en tu lugar de trabajo aceites esenciales con gran poder antiséptico como el espliego, el pino o el limón.

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