Hacia una filantropía femenina

“Si eres exitosa, es porque alguien alguna vez, en algún lugar te dio una idea que te llevó al camino correcto. Recuerda que estás en deuda con la vida hasta que ayudes a una persona menos afortunada, de la misma manera que te ayudaron a ti”. Melinda Gates

 

Hace años que vengo dándole vueltas a este concepto. La filantropía ha logrado impulsar grandes proyectos de investigación científica y su contribución al desarrollo cultural, social y educativo en el mundo es conocida.

Las grandes fortunas de la globalización, además de gastarse gran parte de su riqueza en consumo propio, también han invertido en el desarrollo del planeta, apostando por la innovación tecnológica, la protección del patrimonio cultural y artístico, la lucha contra el hambre en el tercer y cuarto mundo o por la ciencia, la medicina y su avance.

Mecenas, mentores y filántropos, mayoritariamente hombres, conscientes de su gran poder de transformación, han hecho realidad muchos sueños, hasta hace unas cuantas décadas impensables.

Hacia una filantropía femeninaMujeres filantropas para cambiar un mundo

Pero las mujeres están ganando protagonismo en la filantropía, casos conocidos como el de Melinda Gates constituye uno de los primeros referentes, sin embargo, aparecen filántropas de otras generaciones y entornos muy diversos y transversales que se están comprometiendo en causas sociales y en reivindicación de derechos y mejoras  para las mujeres, como la actriz Emma Watson, la activista Malala Yousafzai  o Drew Gilpin Faust, presidenta de la Universidad de Harvard.

La creación y difusión de la Agenda 2030 de la ONU, también ha contribuido de forma positiva en la promoción y el compromiso de más mujeres emprendiendo así el camino hacia una filantropía femenina, solidaria y corresponsable.

La Agenda 2030 ha puesto el foco de atención global en la consecución del objetivo Nº 5, el de la Igualdad, como eje principal y elemental para alcanzar el resto de los 17 objetivos. Igualdad, para equilibrar la balanza mundial de derechos, deberes y reparto de la riqueza y el poder entre hombres y mujeres. Estamos viendo que la educación, la información, el conocimiento y los recursos económicos, son las herramientas principales para lograrlo.

La Revista Forbes en el 2016 ya identificó a las 10 mujeres filántropas, más poderosas del mundo, mujeres de las finanzas, de la ciencia y la universidad, la política, las empresas de tecnología, la industria del cine y de los grandes grupos de comunicación, etc… Mujeres con poder, referentes, con capacidad económica y recursos para invertir en programas de desarrollo y crecimiento para ayudar a otras mujeres.

Pero ¿Qué las diferencia de los hombres?

Esta es la pregunta que se hizo la Doctora Debra Mesch  para iniciar su investigación «Ellas son más generosas». Es la conclusión del estudio que publicó en el 2012 el Centro de Filantropía de la Universidad de Indiana, acerca del papel del género en la Filantropía. Este año se ha publicado en la misma Universidad el Women Give 2017: Giving makes us happy, y la cuestión de la influencia de las mujeres como grupo social que más aporta en educación y emprendimiento de mujeres y niñas, va creciendo.

Margot Franssen, copresidenta de Women Moving Millions, afirmó con rotundidad hace algunos años que “La recaudación de fondos se convertiría en el nuevo feminismo”. Franssen sin duda, como buena emprendedora, conocía bien el gran poder de la financiación y de cómo, con buenos recursos, las mujeres pueden llegar a convertirse en sus propias jefas, en emprendedoras y empresarias y dirigir sus negocios, pero también, en la misión de ser inversoras de otros proyectos de mujeres las Millennials, convirtiéndose así, en sus mentoras.

“Muchas mujeres viven como si se encontraran en un ensayo general. Señoras, la cortina está arriba y ustedes están sobre el escenario”. Mikki Taylor

Cada año aparecen nuevos grupos de mujeres que se organizan para financiar iniciativas sociales y lanzar acciones de lobby con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de las mujeres, o para crear redes de seguridad, innovación y emprendimiento impulsadas por mujeres y dirigidas a las mujeres.

Hace apenas un mes se ha creado en Barcelona la asociación 50a50 Liderazgo Compartido con la misión de impulsar acciones de lobby con movimientos transversal de mujeres de todos los ámbitos de la sociedad para conseguir llegar al 50a50 de representación femenina en las instituciones públicas catalanas y en las organizaciones públicas y privadas de la empresa.

Este proyecto es posible gracias a las generosas aportaciones de mujeres directivas y empresarias que se han convertido en filántropas, quizás a pequeña escala, pero con un gran compromiso con el cambio que supondrá para el planeta alcanzar el objetivo Nº5 de la Agenda 2030, la Igualdad.

Creo que puedo decir que estamos en el buen camino hacia una filantropía femenina “activa” y “en red” que está creciendo y que hará que se generen cambios importantes para las mujeres.

Escrito por MF.

Si te gustó este artículo lo puedes compartir en tus redes (aunque lo leas unos días después de su fecha de publicación). También si quieres seguir este blog suscríbete a su newsletter