Entrevista Dr. Santiago Palacios un homenaje a su carrera

Santiago Palacios

El Dr. Santiago Palacios es un reconocido médico español a nivel nacional e internacional por su investigación avanzada en salud y medicina de la  mujer especialmente en menopausia, osteoporosis y disfunción sexual femenina.


Comienza su carrera como doctor en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid donde fundó en 1989, la primera Unidad de Menopausia de España. En  1982, se especializa en Ginecología y Obstetricia obteniendo el título de Doctor “Cum Laude”. Actualmente es Director del Centro Médico Instituto  Palacios, Presidente de la Fundación Española Mujer y Salud (FEMyS), Past President y Presidente Honorífico de la Asociación Española para el  Estudio de la Menopausia (AEEM), y Past President del Council of Affiliated Menopause Societies (CAMS) de la International Menopause Society  (IMS).

El Dr. Santiago Palacios es también Presidente de la Sociedad Iberoamericana de Osteología y Metabolismo Óseo Mineral (SIBOMM). Además de editor jefe de la Revista  Iberoamericana de Revisiones en Contracepción y Menopausia, y autor de más de 300 publicaciones sobre salud de mujer. Además, forma parte del Cosejo Asesor del Women 360° Congress y miembro del Comité Científico del Women Hormonal Summit que organiza el Women 360° Congress en 2021.

A pesar de la ingente información en cuanto a los hábitos de alimentación saludables y los beneficios de realizar ejercicio físico diario, ¿las mujeres se cuidan más? ¿Qué medidas de prevención deben tomar las mujeres para mejorar la calidad y el estado de salud?

Sí, realmente pienso que las mujeres se cuidan más y, lo que es más importante, tienen más información y conciencia de que, tarde o temprano, lo  tienen que hacer. Las medidas preventivas más importantes son: primero, la información; segundo, los hábitos saludables, entre los que hay que  incluir la alimentación, ejercicio físico y evitar todo aquello nocivo; y tercero, realizar los chequeos recomendables. A estas medidas añadiría una más,  que tiene que ver con el cumplimiento de todas aquellas medidas terapéuticas que hayan sido indicadas por un médico.

¿Cuáles piensa que son las principales preocupaciones de las mujeres y cuáles deberían ser sus prioridades?

Lamentablemente, aquí tengo que quejarme dado que lo que más les preocupa a las mujeres es el aspecto externo (peso, envejecimiento, etc.) y, sin  descartarlos, no cabe la menor duda que lo más importante es la prevención de enfermedades.

¿Cuándo debe empezar a realizarse un chequeo médico preventivo y con qué frecuencia?

Como siempre, la palabra mágica es la “individualización”, pero la época importante comienza a partir de los 45 años, en el período definido como  perimenopausia y sería suficiente realizarlo anualmente, a no ser que exista algún problema que justifique otra pauta.

Desde su creación en 1990, el Centro Médico Instituto Palacios se ha centrado en la promoción de la salud de la mujer, el envejecimiento saludable, la  prevención y tratamiento de enfermedades con el objetivo de conseguir una mejor calidad de vida de la mujer. ¿En qué proyectos están trabajando  actualmente?

En estos momentos, en el Instituto Palacios estamos desarrollando cuatro investigaciones que tienen que ver con: los sofocos (todas aquellas con estos  síntomas, por cierto, pueden venir y se las verá gratuitamente), con las infecciones vaginales por hongos, con la osteoporosis y, por último, con las  mujeres que sufren atrofia vulvo vaginal.

Una de las conclusiones del Congreso SAMEM de la pasada edición ha sido que “las mujeres mayores de 65 años viven más pero con menos calidad de vida que los hombres”, ¿qué factores influyen en este deterioro?

Es cierto que las mujeres viven más pero peor. Esto, posiblemente, tiene que ver con tres condiciones: primero, la genética; segundo, las hormonas; y,  tercero, con las condiciones sociales.

¿Qué determinantes sociales contribuyen a empeorar la salud de la mujer?

No cabe la menor duda de que existen dos grandes determinantes sociales. El primero es el estrés en general (laboral, familiar, etc.) y, el segundo, son  las condiciones económicas. Si a esto le sumamos la responsabilidad que suelen tener las mujeres, no cabe la menor duda de que los determinantes  sociales influyen de manera importante en la salud.

¿Cómo se puede combatir el estrés psicosocial que sufre la mujer? ¿En qué patologías puede derivar este estrés?

La sociedad es la que tiene que combatir, partiendo por esa igualdad en todas las labores profesionales y familiares y, por supuesto, en la igualdad  económica. El estrés puede derivar en muchos tipos de patologías. Para poner tres o cuatro ejemplos, podríamos decir las cefaleas, la depresión, el  insomnio y las enfermedades cardiovasculares.

La menopausia marca un antes y un después en el estado físico y emocional de la mujer, ¿qué factores deben de tenerse en cuenta en materia de  prevención? ¿Cuál es su relación con la osteoporosis? ¿Qué avances han contribuido a aminorar la sintomatología relacionada con la menopausia?

La mujer, lo primero que tiene que tener en cuenta es que la menopausia es un fenómeno natural pero, en ocasiones, con repercusiones patológicas por  lo que, lo primero es estar bien informada. En segundo lugar, saber que tiene que llegar en las mejores condiciones posibles a la menopausia y,  finalmente, ponerse en manos de su ginecólogo para que pueda prevenir, si fuera necesario, los problemas de la misma. Evidentemente, entre los dos  años anteriores a la última menstruación y los cinco años posteriores a la menopausia, se puede perder hasta un 15-20% de masa ósea. De tal manera,  que la persona que llegue a la menopausia con una escasa masa ósea, en pocos años, se la podrá diagnosticar de osteoporosis y, por lo tanto, tendrá un  mayor riesgo de fracturas. Tenemos muchísimos avances para aminorar la sintomatología de la menopausia, entre los que destacaría la utilización de  ultra baja dosis de estrógenos en la Terapia Hormonal Sustitutiva, los moduladores selectivos de los receptores estrogénicos para el tratamiento de la  osteoporosis, hidratantes y estrógenos vaginales…en fin, tenemos un rico abanico de posibilidades para evitar los efectos indeseables de la menopausia.

Durante siglos la medicina se ha visto desde el prisma masculino y el tratamiento de las enfermedades se ha abordado del mismo modo entre hombres  y mujeres. ¿Cree que existe una mayor conscienciación de la importancia de eliminar esta inequidad?

Hoy, a los fármacos se les exige, primero, seguridad y después, eficacia. Por lo tanto, sí podemos decir que todos los fármacos que aparecen en el  mercado han tenido que pasar por una serie de investigaciones que hace que se conozca muy bien sus beneficios y riesgos, lo que ha facilitado  muchísimo la confianza en los mismos.

En España, ¿existen diferencias en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento? ¿Es necesario incorporar nuevas líneas de investigación paralelas  para conocer las enfermedades en ambos sexos?

Claro que existen diferencias en la prevención, diagnóstico y el tratamiento. El problema es que en ocasiones la prevención es cara o, por decirlo de  alguna manera, es lujo. Me estoy refiriendo a la administración de fármacos para la prevención. Esto hace que uno entre en ese concepto de coste-efectividad que es tan importante para el sistema nacional de salud. Efectivamente, desde hace 20 años se ha comenzado a intentar comprender que no  todos los fármacos funcionan igual entre distintos sexos. Por lo tanto, hoy sí se exige que ante enfermedades que sufren tanto mujeres como  hombres exista un número proporcionado de pacientes en los ensayos clínicos.

Con su larga trayectoria profesional como experto en medicina de la mujer, ¿hacia dónde piensa que evoluciona?

Evidentemente, hacia la prevención. De tal manera que, si yo sé que, por ejemplo, casi todas las mujeres después de la menopausia van a tener atrofia  vulvo vaginal y que ésta es una condición crónica una vez se establece en la menopausia, parece lógico que la prevenga con hidratantes vaginales o  estrógenos locales de forma mantenida. Así podría hablar de la mayoría de las enfermedades.