Entrevista Raphael Nagel, ayuda a personas en riesgo de exclusión social

Entrevista Raphael Nagel, ayuda a personas en riesgo de exclusion social

Entrevista Raphael Nagel, ayuda a personas en riesgo de exclusion social“La mujer no arriesga en aventuras empresariales o económicas si no tiene las cosas claras”.

Raphael Nagel no es el típico economista. Tras sufrir un infarto a los 40 años por la presión que sufría cuando trabajaba en el sector financiero, decidió cambiar de vida.  Y creó la Fundación NAGEL, entidad sin ánimo de lucro que ayuda a las personas sobre endeudadas.

Después del inicio de la crisis, Ud. dejó una entidad financiera muy conocida. ¿Qué le impulsó a crear la Fundacion Nagel?

Me impulsó la necesidad de aportar mis conocimientos financieros a una sociedad necesitada de orientación. Una sociedad muy afectada tras una crisis que llegó sin previo aviso y que arrasó con el mercado económico. Fue como ser víctima de un tsunami financiero, acabando con la estabilidad de muchas personas, desposeyéndolas de ingresos y hasta de sus viviendas.

¿Cuál es el objetivo de la Fundación Nagel?

El objetivo es apoyar a colectivos en riesgo de exclusión social y orientar a quien lo necesite sobre las vías legales a través de las que pueden mejorar su sobreendeudamiento. También lo es promocionar la educación financiera a niños y adultos. El siguiente paso será organizar talleres de educación financiera, en los que se aprenda a valorar los riesgos de endeudarse por encima del 40% de nuestros ingresos, entre otras fórmulas sencillas para no caer en un consumismo de créditos que al final nos impida disponer de la totalidad de nuestros ingresos.

¿Cuál es el perfil de las personas a las que se presta ayuda?

Realmente es un perfil variado. Aunque se podría resumir en personas de clase media, autónomos y/o pequeños empresarios que aún buscan reflotar en lo posible la resaca de esta crisis brutal que sufrimos desde 2008.

¿Cuál es el modelo de entidad financiera que defiende, ahora que está en el “lado” social?

El modelo ideal sería en parte conservador, tanto en beneficio de los riesgos del propio banco protegiendo indirectamente los intereses de sus inversores, como del usuario o cliente, no concediendo créditos por encima de sus posibilidades, o ante situaciones laborales precarias en exceso. Esto evitaría el aumento de créditos fallidos y la desagradable opción de reclamar judicialmente la deuda, con el perjuicio consiguiente para todas las partes involucradas. También debería prestarse atención a los intereses abusivos. Esto es algo que afortunadamente en la banca ya no es habitual. Pero sí en entidades crediticias o de capital privado.

El español está de media 10 veces más endeudado que nuestros vecinos. ¿A qué cree que se debe?

En primer lugar, una razón podría tener origen en el cambio de peseta a euro. Todos recordamos el famoso “redondeo”, que en España siempre fue al alza. Un café pasó de costar 100 pesetas a 1 € en solo unas horas… Pero los salarios fueron los mismos, solo convertidos a la moneda europea. Como segunda razón, podría ser que los salarios en España son notablemente inferiores a los del resto de Europa. Pero las necesidades y precios estándar son prácticamente iguales.

Si a lo anterior unimos el auge del sector de la construcción, el aumento de precio de vivienda y que los créditos hipotecarios eran concedidos por la banca contando con que casi todos sus clientes contaban con ingresos en “B”, lo que aseguraba prácticamente el cobro de las mensualidades, en el momento en que se saturó el mercado e hizo su aparición la crisis, el efecto dominó fue devastador. No olvidemos que desde la entrada en el euro hasta la llegada de la crisis, el ciclo fue de 8 años de cálculos económicos inexactos o alterados, fuera de la realidad económica.

Ud. aboga ayudar al pequeño emprendedor con sus deudas ¿Cómo? ¿Cómo hacerlo sin perjudicar a otros, como plantilla o acreedores que sean empresarios, por ejemplo?

Indudablemente puede parecer que prestar ayuda a una persona sobreendeudada siempre causa un perjuicio al acreedor. Pero para eso, para permitir una recuperación, se creó una nueva legislación. En una crisis como la que sufrimos, todos pierden. Y me refiero a deudores, a acreedores, a la banca y en definitiva, a toda la sociedad. Todos son afectados. Y debemos ser conscientes de ello.

Ud. ha comentado antes la necesidad de tener Educación financiera en las escuelas. ¿Qué aprenderían nuestros hijos?

Aprenderían a no caer en el consumismo excesivo, a tener unos límites, a no gastar más de lo que se tiene. Porque eso, más pronto que tarde, termina en necesidad y falta de recursos. Quien no guarda cuando tiene, no come cuando quiere. Ese es un refrán catalán que escuché en una ocasión.

¿Cree que una gestión en femenino influiría diferentemente en la economía global?

Sin duda. La mujer es mucho más conservadora, necesita una estabilidad y calcula mucho los riesgos. Hay estudios científicos que lo avalan. No arriesga en aventuras empresariales o económicas si no tiene las cosas claras. Ese perfil moderado, lejos de gastos o riesgos desmedidos. Probablemente suavizara el ratio riesgo/beneficio, y por extensión, la economía.

Para contactar con la Fundación Nagel http://fundacionnagel.com/

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