El aceite de oliva, uno de los componentes prioritarios de la dieta mediterránea, posee excelentes propiedades para salud. Al ser el zumo de la aceituna mantiene todo el sabor y las propiedades nutritivas del fruto del olivo.
Aproximadamente el 98% del aceite de oliva virgen extra son ácidos grasos y su componente mayoritario es el ácido oleico (omega 9), grasa monoinsaturada con alto poder nutritivo y antioxidante. Otros ácidos grasos, aunque en mucha menor proporción, son el palmítico (omega 7), el linoleico (omega 6) y el linolénico (omega 3). Además, aunque minoritarios, los polifenoles, la vitamina E, los fitoesteroles, los carotinoides y el escualeno son componentes con una alta acción antioxidante.
Sin embargo, no todos los aceites de oliva son iguales. La máxima calidad y pureza se consigue en los AOVE. Es decir, Aceite de Oliva Virgen Extra, 100% orgánico, en el que el cultivo se ha realizado sin el uso de sustancias herbicidas.
Su uso culinario y los beneficios de su ingesta son bien conocidos, no así los beneficios que aporta el aceite de oliva para la piel.
Las propiedades del aceite de oliva para la piel
Los antiguos egipcios utilizaban arcillas y cenizas para quitar las impurezas de la piel. Sin embargo, este remedio, eliminaba su capa protectora y, a veces, incluso toda la epidermis. Por ello, después de este proceso aplicaban el aceite de oliva como bálsamo calmante y humectante. También los griegos preparaban ungüentos perfumados de aceite de oliva que exportaban al resto del Mediterráneo. Este aceite se ha utilizado, a través de los tiempos, en bálsamos, emplastes, ungüentos, linimentos, cataplasmas para quemaduras, otitis, durezas de la piel, heridas, etc.
Hoy sabemos que su alto contenido en ácidos grasos potencia la regeneración de las células de la piel al actuar como humectante y emoliente. El propio ácido oleico favorece la formación de las membranas celulares. Además, sus polifenoles y vitaminas actúan como potentes antioxidantes retrasando el envejecimiento de la piel. Todo ello nos confiere una alta protección frente a las agresiones externas y al propio envejecimiento de la misma.
El aceite de oliva y el cuidado de la piel del bebé
Los cosméticos que contienen aceite de oliva (Oleo europaea fruit oil) contribuyen al mantenimiento del manto lipídico natural de la piel. Además, ayudan a conservar su humedad y la integridad de la barrera epidérmica, lo que los hace beneficiosos para todo tipo de pieles. Sin embargo, son las más sensibles, como las de los bebés, las que obtienen mayores beneficios.
Dos o tres días después de nacer pierden la capa grasa externa protectora siendo su piel un 30% más delgada que la de un adulto. Esto la hace más vulnerable a las agresiones externas, a los cambios de temperatura y humedad. Su piel absorbe y pierde el agua muy rápidamente, secándose y muchas veces resecándose. La piel del bebé es su primera defensa y debe mantenerse limpia, humectada y saludable.
Para conseguirlo, es importante una higiene suave con productos que respeten su manto lipídico natural. Además, el uso posterior de leches corporales humectantes evitará la pérdida de humedad manteniendo la piel suave y elástica. Por ello son idóneos los productos que contienen aceite de oliva por su alta cantidad en ácidos grasos que protegen su barrera epidérmica.
Recomendamos OHO Baby Care
En este sentido podemos recomendar la línea pediátrica OHO Baby Care, una completa gama de productos para la higiene, hidratación y cuidados delicados para la piel del recién nacido y el bebé.
El principal activo mayoritario es el Aceite de Oliva OHO -mezcla de distintas variedades de aceites de oliva virgen extra 100% naturales y ecológicas- que aportan a la piel su acción nutritiva, oleohidratante, suavizante y regenerante, además de promover la función barrera de la piel.
Otros principios activos incorporados a la línea OHO Baby Care son:
- Manteca de Karité. Con propiedades nutritivas y suavizantes además de promover la función barrera
- Alantoína. Fomenta la epitelización de las pieles sensibles e hiperreactivas.
- D-Pantenol (Provitamina B5). Regenerante epidérmico.
- Glicerina de origen vegetal. Retiene el agua de la piel evitando su desecación y manteniendo la suavidad y flexibilidad de la piel.
- Caléndula. Con acción calmante, descongestiva y protectora de la piel.
- Bisabolol. Proviene del aceite esencial de la flor de la manzanilla y tiene propiedades calmantes y descongestivas.
- Extracto de árnica. Con acción descongestiva y protectora.
- Ácido fítico. Es un antioxidante con acción antienzimática que neutraliza las enzimas de orina y heces que son parcialmente responsables de la irritación.
Todos los productos son formulados sin colorantes, ni conservantes. No contienen parabenos ni parafinas, tampoco aceites minerales y perfumes sin alérgenos.
Una piel limpia e hidratada es una piel más protegida y saludable.
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