La belleza, es un proceso emocional e intelectual

belleza emocional

La actriz Katherine Hepburn siempre me ha parecido poseedora de una belleza atemporal. Aunque no sigue los cánones clásicos de belleza, y menos en su tiempo, no se puede negar su belleza, es un proceso emocional el que nos lleva a admirarla.

Jiddu Krishnamurti, fue un conocido escritor y orador en materia filosófica y espiritual, escribió algo bello cuando al observarlo “la mente está en silencio”.

En medicina estética cada vez nos dejamos llevar más por patrones y cánones de belleza, protocolizamos tratamientos, medimos con pié de rey, buscamos proporciones aúreas de 1:1.618 que no existen en la gente real…

Cuando una paciente entra en mi consulta, la examino mientras habla, cómo gesticula, mientras analizo cuál ha sido su proceso de envejecer y lo que la ha llevado a mi clínica, la observo con la mente en silencio…

Casi todas me piden recobrar un aspecto más fresco y natural, lo cual coincide con mi modo de entender la estética. Cuando les propongo el tratamiento, nunca es un plan establecido o pack sino que voy desgranando mi mente artística y visualizando el modo en que puedo conseguir que recupere la lozanía por zonas, explicando qué material y método utilizaré, sin aplicar códigos ni fórmulas.

Cuando comienzo un tratamiento siempre es como un lienzo en blanco donde pinto lo que voy a realizar con lápices de colores; cada tratamiento es una obra de arte, en la que juntos, paciente y yo acordamos lo que queremos conseguir y un reto personal en conseguirlo del modo más armónico y natural.

Las personas con belleza emocional envejecen bien porque hay algo que traspas a nuestra retina al observarlas, lo que llamo belleza intelectual.

Escrito por la Dra. Inma González. www.cisig.es