Salud de Mujer Magazine

Aloe vera se ha apoderado de los escaparates

Aloe Vera se ha apoderado de los escaparates El Aloe vera se ha apoderado de los escaparates de cosmética, farmacias, droguerías y hasta los supermercados se han llenado de productos de esta  “planta de la inmortalidad”
Desde geles y aceites hasta champús contra la calvicie y la psoriasis, cremas nutritivas, pastas dentífricas, protectores solares, zumos para beber…

Aunque parezca una moda, descubrimos que esta planta ya se utilizaba con fines terapéuticos hace cinco milenios, y así ha seguido siendo a lo largo de la historia y en las más diversas culturas.

Un secreto milenario

Uno de los atractivos de Cleopatra que más cautivó al romano Marco Antonio, fue la belleza irresistible de su piel.

Ella la atribuía al poder milagroso del aloe vera. Desde tiempos remotos, el Aloe Vera es un secreto compartido de generación en generación.

En el Antiguo Egipto, conocida como “la planta de la inmortalidad” hay constancia de la presencia del Aloe en representaciones pictóricas en tumbas y monumentos funerarios, ya que según algunos egiptólogos, el aloe era uno de los componentes usados para embalsamar los cadáveres de los faraones.

También encontramos fórmulas medicinales cuyo ingrediente principal es el Aloe en el famoso “Papiro de Ebers” o “Libro egipcio de los remedios”.

Incluso Alejandro Magno, aconsejado por Aristóteles utilizó el Aloe para curar sus heridas y las de sus tropas en innumerables conquistas.

Leyenda o historia del Aloe vera

Según la leyenda, uno de los principales motivos de su expedición a la India fue la conquista de la isla de Socotra, al sur de la península arábiga, principal centro de producción de Aloe y la base de todo el comercio fenicio; y posteriormente se fue extendiendo por el norte de África hasta llegar a los rincones más cálidos del planeta.

Sin embargo, los primeros vestigios documentados sobre el poder curativo y los usos medicinales de esta planta aparecen en unas tablillas de escritura cuneiforme procedentes de Sumeria, datadas alrededor del 2000 a.C.

En el siglo XV, su cultivo a lo largo del Mediterráneo deja patente la importancia de esta planta en la medicina popular, pero con la farmacopea moderna, queda relegada al olvido.

A pesar del sinfín de propiedades curativas, no fue hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial y con los efectos devastadores de las explosiones atómicas de Hiroshima y Nagasaki y las quemaduras provocadas por los rayos X, cuando la comunidad médica redescubre su poder terapéutico.

Una planta polifacética

A pesar de su gran parecido al cactus, el Aloe es una planta perenne que pertenece a la familia de las liliáceas, al igual que el ajo, la cebolla o los espárragos.

Más de 300 variedades constituyen el mundo del Aloe Vera, aunque destaca especialmente, la Aloe Vera Barbadensis Miller por sus extraordinarias virtudes.

Su secreto se encuentra en el jugo de sus largas y carnosas hojas con 200 sustancias activas; un cóctel de vitaminas, minerales, aminoácidos, polisacáridos y enzimas que actúan en sinergia para acentuar sus beneficios.

Su tamaño es de hasta un metro y medio cuando la planta llega a la madurez (entre los dos y cinco años) y presenta alrededor de 15 hojas, de las cuales las más externas se pueden recolectar cada seis semanas.

Principales componentes del Aloe Vera Barbadensis Canario

Las propiedades curativas del Aloe

El poder mágico de esta planta ha provocado una verdadera revolución en el campo de la medicina y en el de la belleza en las últimas décadas.

Entre sus múltiples usos medicinales, encontramos que el jugo del aloe…

Sin embargo, uno de los grandes beneficios del Aloe, es su capacidad de penetrar en las tres capas de la piel (epidermis, dermis e hipodermis), y de este modo, elimina las bacterias y la deja limpia y libre de impurezas.

Esto la convierte también, en un regenerador celular ya que contribuye a acelerar la descomposición de las células muertas favoreciendo el crecimiento de tejidos sanos bien hidratados.

Esta cualidad se hace patente tanto si la utilizamos vía oral o si es aplicada directamente sobre nuestra superficie cutánea.

Usos frecuentes y beneficosos des Aloe vera

Por lo tanto, el Aloe vera es un gran aliado para la salud de nuestra piel. Entre sus usos más frecuentes, destacan:

Más usos frecuentes…

Efectos eficaces para nuestra higiene

Pero los poderes mágicos del Aloe no acaban aquí, entre sus muchas aplicaciones, encontramos otras muy eficaces para nuestra higiene bucal y el cabello:

El Aloe vera tecnológico

Por último, debemos añadir que esta planta medicinal es muy apreciada por otras de sus virtudes, la NASA la ha escogido entre otras como la planta que absorbe el 90% de la toxicidad que producen materiales como el PVC, la fibra de vidrio, barnices, pinturas…así como las radiaciones nocivas que emiten ordenadores y demás aparatos electrónicos.

Por este motivo, es muy recomendable tener una planta cerca nuestros electrodomésticos para que limpie y purifique nuestro entorno.

En sentido místico, en muchas partes de Sudamérica, se le atribuye el poder de purificar el alma.

¡Precaución! Hay que tener mucho cuidado con las mujeres embarazadas ya que puede ser abortivo, además, no debe suministrarse en menores de doce años ni deben abusar de ella los diabéticos.

Las Canarias, tierra del Aloe Vera

Las características geológicas de su suelo volcánico, la escasez de agua y el clima Atlántico con más de 15.000 horas de sol durante todo el año, han convertido a las Islas Canarias en un hábitat idóneo para el cultivo de Aloe Vera Barbadensis Miller y en la primera región de su producción en Europa.

Catalogado por los grandes expertos como “el más puro del mundo”, es reconocido y admirado por los especialistas del sector de la salud y la belleza a nivel mundial.

Además, en el archipiélago canario existe una gran riqueza de recursos naturales, entre los que encontramos 78 endemismos canarios con propiedades medicinales.

El Aloe es una de las 600 plantas que crecen como autóctonas. Su principal competidor es el aloe vera americano, y las investigaciones han dado como resultado que el canario contiene cuatro veces más de polisacáridos.

Escrito por Silvia Carrasco. Periodista. Para dDermis Magazine

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